Ahora practicamos la religión climática

¿Qué mueve el mundo? No, no es el dinero; lo que mueve el mundo son las ideas. Siempre ha sido así. Simplemente piensa que el dinero no se movería si no hubiera un motivo, una razón, en una palabra una idea. Y como vivimos en una sociedad alejada o distraída de la consideración y cuestionamiento de las ideas esenciales, la ideas de los más listos calan y gobiernan. Así de simple.
Conviene mantener a la población alejada de todo cuestionamiento y tener 24/7 portavoces de la idea dominante. De este modo, se consigue que la idea se multiplique y propague en escuelas, universidades e instituciones del saber. Y cuando alguien se atreva a cuestionar la idea, simplemente debe ser desacreditado por las instituciones a las que se les paga para defender la idea, o digámoslo más claro, la ideología.
Hablamos de la nueva, ya instaurada, religión climática (con perdón de la palabra religión), presentada como una verdad de verdades probadas científicamente, a la que las masas se han plegado sumisamente. Hablamos de una ideología climática asumida por la ciencia y la religión gracias a los suculentos financiamientos, y bien defendida por esa potente comunidad que ha visto en el relato climático la excusa perfecta para un negocio sin precedentes, así la OMS instaba a los gobiernos a declararla emergencia indivisible (ver enlace).
A tal punto, llega la defensa del relato que se pone a disposición las mejores revistas científicas para desacreditar al que se considere escéptico de tal creencia del alarmismo climático. La retractación de un artículo científico es muy grave y excepcional, reservada para el fraude científico. No se retracta un artículo por estar equivocado o contener errores. Cuando una revista llega a ese extremo destruye la credibilidad y la carrera de sus autores. Y es lo que se está haciendo con los científicos escépticos. Se presiona al editor para que el artículo incómodo sea revisado de nuevo por revisores seleccionados para rechazarlo, aunque no haya nada erróneo en él, y es retractado por la revista. Pasó con ESTE ARTÍCULO que demostraba que los fenómenos atmosféricos extremos no estaban aumentando y la crisis climática no era evidente. Ha pasado con otros artículos científicos que han tenido la osadía de demostrar lo contrario al relato “científico” dominante. Es un aviso a los científicos escépticos: Controlamos las revistas y si te opones a la crisis climática te destruiremos.
Las pruebas que desmienten el alarmismo climático y el demonizado CO2 son apabullantes, pero se debe tener la paciencia de escuchar a expertos y sus argumentos en plataformas no tan conocidas como Odysee, (ENLACE DE EJEMPLO) o canales especializados de geoingeniería por ejemplo en Telegram (ENLACE DE EJEMPLO), incluso en facebook (ENLACE DE EJEMPLO)
Creo que es de todos sabido, que la ideología climática es una de las que está moviendo ingentes cantidades de dinero, superando otras ideologías como la de género, que también se lleva buena parte del pago de los contribuyentes. El estado decide, y la población, bien llamada por algunos, “aborregada”, obedece.
ES UNA RELIGIÓN
No es retórico, ni gratuito el apelativo de religión que damos a la ideología climática, ya que gracias al financiamiento y promoción de los Estados y las instituciones sopra-nacionales, se ha infiltrado una especie de culto, incluso en el corazón de la religión católica, bajo etiquetas más o menos claras como “cuidado de la casa común“, “salvar el planeta”, donde todo el discurso del cambio climático viene adornado con un ropaje de fe y responsabilidad cristiana. Testigo de esto, son las encíclicas Laudato Sí, y Laudato Deum plagadas de supuestas verdades cientificistas. (VER VIDEO ENLACE).
Pero, el culto dentro del catolicismo liderado por Papa Francisco, (ahora el Papa León que parece no tener intención de cambiar el rumbo) va mucho más allá y toca incluso la esfera más sagrada, la Liturgia: En el 2019, se produjo una bofetada al Dios de Jesucristo. El culto a la Pachamama y la entronización de esta diosa pagana en el mismo templo que cobija los restos de San Pedro, en quien Cristo fundó su Iglesia. Algunos lo relacionaron con lo que vino después, la “pandemia” del Covid-19 (ver enlace). Curiosamente son los laicos los que más salieron a criticar este acto idolátrico (VER VIDEO ENLACE).
Lo mismo, con una crítica aguda hizo el doctor Hugo Alberto Verdera exponiendo la problemática de la idolatría en la comprensión de la fe católica, señalando el contraste con lo ocurrido en el Vaticano con la “adoración” de la Pachamama, realizada por aborígenes amazónicos en presencia del papa Francisco, y de varios cardenales y obispos. El programa continúa con el análisis del Dr. Alberto Caturelli sobre la idolatría y la concreta ambición evangelizadora de la Iglesia en América; también se analiza el “cambio de paradigma ético y dogmático” que se busca imponer. Culmina el programa con la oración de reparación de Mons. Athanasius Schneider. (VER VIDEO ENLACE)
La religión climática tiene sus MANDAMIENTOS, los cuales, aunque se intente camuflar de que no vienen a sustituir los del cristianismo, en la práctica, dadas las numerosas alusiones a una moral de “conversión ecológica” como prioridad de la vida cristiana, genera serias sospechas de la orientación que está tomando la moral católica, de la que poco y nada se habla, más que en una línea de la supuesta ética mundana.
Para que nuestros lectores, no piensen que sólo se trata de especulaciones, hay hechos concretos, eventos, encuentros de tinte ritual en los que participan las autoridades vaticanas. Veamos ENLACE
Hemos puesto, solo botones de muestra, para daros un somero panorama de la influencia de la nueva religión climática. Curiosamente, quienes se le someten, evitan hablar de geoingeniería y modificación climática con radares y dispersión de aerosoles, cosa que cada día vemos en nuestros cielos… En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones.