Nuevo orden mundial 2030

A veces creemos que son los gobiernos y entes internacionales los que tienen el control total del mundo, sin embargo, a pesar de su poder, cuentan con la aprobación o sumisión de los ciudadanos. El problema reside, como hemos dicho muchas veces, en la ignorancia del pueblo en temas que parecieran no afectarlos directamente.
Para que el ciudadano de a pie, no perciba que está ignorando algo importante, los medios hegemónicos se encargan de seleccionar la información con que debe alimentar su visión de la vida y del mundo, a la vez que censura y desacredita todo aquello que se oponga a la información que ellos suministran.
Por medio de la educación y el entretenimiento han ido formando personalidades desligadas de la búsqueda de un conocimiento serio y profundo. De hecho, la rigurosa filosofía de otros tiempos ha desaparecido incluso de los seminarios católicos. La ingeniería social, infiltrada en todos los ámbitos han logrado un sentimiento de desilusión de la capacidad humana de encontrar la verdad, hacerse con ella, y vivir de y para ella.
Todo ello ha permitido que, el ciudadano del s. XXI sea un producto logrado de la ingeniería social, es decir un modelo formateado por el sistema para obedecer al sistema, un arquetipo próximo al hombre deshumanizado que busca el transhumanismo de la cuarta revolución.
Y no estamos describiendo ninguna ficción, sino más bien describiendo el hombre que todos observamos en el experimento global Covid-19, cuando el sistema logró poner de rodillas a todo el mundo, con una obediencia sin igual de parte de todas las instituciones civiles y religiosas, sin que nadie chistara para exigir pruebas del relato que explicaba lo que estaba pasando. Cinco años después, en medios alternativos se nos prueban suficientemente las mentiras emitidas por el sistema político, sanitario e institucional. La gran mayoría de la población sigue empecinada en defender las cadenas que la oprimieron (Síndrome de Estocolmo).
De nada sirven las pruebas ahora, pues la ingeniería social, experta en reacción de las masas, se anticipó con estrategias varias para que el hombre moderno no encuentre valor en la mirada al pasado y por tanto la desprecie. Se ha inculcado desde la infancia el principio de “lo nuevo es mejor, lo pasado fue malo, feo y digno de olvido”.
Nuestra experiencia cotidiana nos hace toparnos con amigos y conocidos que nada quieren saber del pasado Covid-vacunas, cuando precisamente en la actualidad es cuando están saliendo a la luz más pruebas del engaño global. Quizá, ellos mismos, un tiempo aconsejaron a sus hijos aquella sabiduría de la mirada al pasado para no caer en los mismos errores en el presente. ¿Qué ha pasado en sus mentes?
Todo esto forma parte de un proyecto mundial, llamado con distintos nombres y expresado claramente por sus mentores como Henry Kissinger, Klaus Schwab, Elon Musk entre otros: Nuevo Orden Mundial, Gran Reseteo, Cuarta Revolución, Transhumanismo, Agenda 2030, Agenda 2045, Objetivos del Milenio, Desarrollo sostenible, Nueva Era, etc.
¿Qué hacer? En primer lugar, preguntarse, cuestionarse, averiguar si aquello que los medios con tanto ahínco llaman “desinformación” o “teoría de conspiración” son lo que ellos dicen, o bien hay de verdad, como parece aparecer al sentido común, un plan global de control que incluye, por ejemplo, la reducción de la población.
Para alguien que recién ahora empiece a plantearse la necesidad de recorrer un camino, cuestionando la información oficial, encontrará un mundo de millones de datos variados, aunque en general la mayoría con una tendencia clara (la misma que pregonan los grandes medios); por tanto, deberá discernir y no aceptar nada como definitivo. Pongamos un ejemplo hablando del nuevo orden mundial: usamos algún buscador y probablemente hallamos en la primer página artículos de supuestos medios independientes como éste, nos damos cuenta de la superficialidad con la que se plantea el tema y la consonancia con el relato oficial, seguimos buscando y encontramos algo más serio como ésto. De aquí, ya tenemos una pista más segura para continuar nuestra búsqueda.
Recomendando vivamente recorrer por propia cuenta ese camino, no podemos menos que, recomendar nuestro blog que nació justamente con este objetivo: hacer pensar, lograr que el ciudadano de a pie se cuestione y busque fuentes alternativas de información y análisis. En esta línea, queremos actualizar la reflexión con lo que ya venimos diciendo sobre EL NUEVO ORDEN MUNDIAL, de la mano de un referente en economía y geopolítica, como es Lorenzo Ramírez.