Curas detenidos Málaga
Algo que me llama la atención y me produce cierta tristeza es constatar que amigos y colegas, supuestamente de cierto nivel intelectual sigan en este país creyendo a los grandes medios. ¿Cómo es posible que no hayan sido capaces, aunque sea por un momento, de darse cuenta de los innumerables engaños a los que hemos sido sometidos estos últimos años? ¿Cómo es posible que todavía crean que a un medio de comunicación hegemónico le interese respetar la verdad y que será capaz de rechazar cualquier oferta en defensa de la verdad? ¿En qué mundo viven?
Si bien, ciertos estudios señalan la desconfianza en los medios, esto es solamente una expresión superficial y al fin, una mentira, y es fácil de corroborarlo: si en la calle preguntas si cree en los medios, la mayoría responderá que no; pero cuando empiezas a tocar un tema de moda (Ucrania, covid, vacunas, cambio climático), opinaran tal y como dice la TV, u otro medio.
Dicho esto ¿A qué se debe el título? Se debe, a sacerdotes detenidos en Málaga, pero no por la policía ni por motivo de ningún delito, sino todo lo contrario. Sacerdotes que por su propia voluntad se detienen junto a la cama de un enfermo, para dar ánimo, esperanza, consuelo en una sociedad que no pocas veces promociona la muerte y lleva adelante políticas contra la vida humana. Allí, están ellos, los capellanes de hospitales que no son noticia, y ningún medio les otorgará ni 5 ni varias horas, como se lo otorgó al cura católico que entró en prisión preventiva hace algunos días.
Si Usted, querido lector, fue capaz de dedicar varios minutos delante de la caja tonta, al caso del cura mencionado, por coherencia, lea este artículo que ha publicado la Diócesis de Málaga, de modo que su mente se estabilice, se armonice, y evite la dirección que los grandes medios de comunicación quieren imponerle respecto a curas e Iglesia Católica. Y no tenga escrúpulos, que reconocer un delito es bueno, pero reconocer el bien de los miles que no delinquen es un bien que libera, porque es la verdad.