Mirada forense

En esta sociedad de hegemonía política, con las instituciones, medios e incluso la ciencia a su servicio, en ese intento hasta ahora bien logrado de cambio de percepción de las masas llegando a un consenso original (A. Gramsci), existe lo que yo llamaría “mirada forense”. Serían personas que todavía conservan un intelecto crítico, con una chispa divina semejante a la de aquellos genios o visionarios.

Para definir mejor en qué consiste esta “mirada forense” debemos situarnos en el andar de la sociedad y del mundo actual globalizado, y señalar aspectos esenciales fácilmente reconocibles:

En primer lugar, dada la facilidad y conexión de los datos de cualquier índole debemos descartar que en temas geopolíticos las cosas o decisiones sean casuales (Alfredo Jalife)

En segundo lugar, es hora ya de darse cuenta que la soberanía de los estados prácticamente ha desaparecido (Cesar Vidal, Lorenzo Ramírez).

En tercer lugar, simplemente por sentido común, nos damos cuenta que “manda dios dinero”, siempre lo ha sido así, pero nunca estuvo tan globalizado como ahora. Esto nos lleva a constatar un hecho consumado, que es la sumisión del poder público al poder privado. Ya no existe un poder público independiente y soberano. (Adrian Salbuchi año 2009).

En cuarto lugar, yo situaría el conocimiento de la historia como testigo de la naturaleza humana débil, inclinada a lo indebido. Desde siempre, ha habido acuerdos, confabulaciones, conspiraciones para hacerse con el poder o alcanzar determinados objetivos. Sucede entre colegas de empresas, entre vecinos, entre comerciantes etc. Nunca como ahora, existen los medios técnicos, tecnológicos y estratégicos suficientes para lograr cualquier objetivo.

El estudio atento de estas coordenadas, y el trabajo o arte de saber aplicarlas luego a la realidad es lo que a ciertas personas pone en guardia frente a determinados planes globales, declaraciones u órdenes mundiales. Y es aquí donde entra en acción la “mirada forense”, pues, ante tal panorama es necesaria una chispa de duda, desconfianza, visión de futuro, y sobre todo una perspectiva de búsqueda de pruebas del delito. Partir del supuesto de delito, en realidad no es una idea alocada, piénsese simplemente en que una persona de mucho poder como Bill Gates obsesionado con la reducción de la población, justamente es quien ofrece “salvar vidas” ofreciendo una antídoto, que contra toda ley médica, se aplica a todos indistintamente y no de forma voluntaria sino usando todos los medios de coerción posibles ¿No le parece raro?

Sigamos: la “mirada crítica” es la que tuvieron algunas personas, entre ellas grandes expertos médicos, los cuales empezaron a “oler” que algo no cuadraba, “había gato encerrado”. Y, de hecho, las pruebas han ido saliendo a lo largo de estos 3 años a tal punto que los “verificadores de verdad” no dan abasto. Diría que es casi un milagro que salieran a la luz, si tenemos en cuenta la monumental estructura de persecución a cualquier noticia disidente que creó inmediatamente en el 2020 la ONU, invirtiendo millones e involucrando prácticamente a todos los gobiernos del mundo, a sus medios de comunicación e instituciones.

Estamos diciendo que existió una mega campaña de sumisión de gobiernos, medios, y sobre todo la ciencia oficial al servicio de la política o geopolítica, gestionada por el poder financiero mundial, al servicio de un plan global, para el cual Covid-19 fue solo el primer paso como experimento de manipulación de masas. Ahora ya está en acción el paso “cambio climático”.

¿Se podía esperar una advertencia de parte de la ciencia? No. Porque esta campaña no empezó en 2020, sino hace varias décadas en las que el poder privado fue haciéndose con la ciencia a través de la industria farmacéutica dado su colosal potencial financiero. De tal modo, que el médico recibirá conocimientos para curar en tanto y en cuanto no perjudique los objetivos del sistema farmacéutico, el cual está relacionado financieramente con la industria alimenticia, mediática etc. Este entramado es fácil de verificar, no es ningún secreto.

Y si de “ojo forense” se trata, hay auténticos médicos forenses como el Dr. José Cabrera, que incluso en canales del relato oficial lo denunciaba:

Se trata de profesionales de la salud que realizaron y realizan una tarea de investigación y desenmascaramiento de esta trama del poder global, podemos citar a la Dra. Chinda Brandolino, el Dr. Jesús Manuel Rodríguez, el Dr. Klaus Püschel, forense alemán, el Dr. Ryan Cole y tantos otros, que siguieron la chispa de lo primeros forenses italianos que se atrevieron a desobedecer las recomendaciones de la OMS y comenzaron a hacer autopsias.

Enlaces a modo de muestra:

Dr. Jesús Manuel Rodríguez

Dr. Klaus Püschel

Dra. Chinda Brandolino

Dr. Ryan Cole

Dr. José Luis Guettor

Forenses italianos

Dicho lo dicho, entenderéis por qué le creo más a un forense que a un experto biólogo, epidemiólogo, virólogo, ministro de sanidad, el cual no tiene la libertad de decir lo que ve (como está ocurriendo con los gravísimos efectos de las vacunas), y debe simplemente obedecer las órdenes o los protocolos de la “palabra de dios” OMS, sin que se le pueda cuestionar.

Conocemos hasta el hartazgo las etiquetas que la mafia mediática, desgraciadamente seguida por la mayoría de la población, pone a quien es crítico con las versiones oficiales, pero lo cierto es que quienes con ojo crítico a veces en su precariedad de medios, investigan, hacen hipótesis, previenen, advierten, son hoy los que han acertado, en casi todo.

Simplemente investigad lo que ha pasado con la panacea que el mundo presentó: las “vacunas” Covid-19. Todavía hay gente que cree que han sido útiles, seguras e inofensivas. En www.percepcionactual.com ya hemos aportado innumerables pruebas del engaño (ver aquí y aquí y aquí ) y seguiremos aportando más datos que confirman todo lo contrario a lo que el relato oficial proclama.

Lo que ayer, los medios vociferaban como conspiración, pasado un tiempo, se revela una realidad.  Sólo es cuestión de tiempo. Obviamente existen falsos ojos críticos, porque la propaganda mediática-política también trabaja con infiltrados, y bien sabe denigrar, disfrazar, desautorizar a quienes desenmascaran sus delitos.

El problema no sería tan grave, si las personas se esforzaran por despertar el juicio crítico, el pensar con criterio, el exigir a la ciencia demostraciones, el rechazar el dogmatismo científico.

De estar colaborando al despertar del espíritu crítico, podemos enorgullecernos en www.percepcionactual.com junto a miles de colegas que día a día, con mayor o menor chispa crítica colaboran aportando pruebas para advertirnos y librarnos de un futuro oscuro para la población, luminosamente rentable para quienes están viendo cercano el objetivo que desde hace muchos siglos vienen persiguiendo: “ser como dioses”, esto es, lograr hacer una nueva creación, un nuevo hombre y ponerse así en el trono de aquel Dios cristiano que, según ellos, ya es obsoleto para la nueva era de la tecnocracia globalista.

Decir que manda “dios dinero”, no es tan exacto, pues la riqueza no es más que un medio para obtener poder, y este poder es el que ofrece quien desde el principio intenta apoderarse del alma humana, el “príncipe de este mundo”. Lo más triste, es observar que incluso quienes deberían buscar con denuedo la verdad y predicar contra el engaño, se han dejado engañar, volviéndose pastores del lado del lobo.