Ya no homo sapiens
Como acertadamente afirma Miklos Lukacs, estamos llegando al fin de la humanidad, entendida como la del hombre pensante, Homo Sapiens. Esto le dice poco al hombre moderno, que no ha conocido la fascinación del pensamiento, no ha experimentado el asombro del filosofar, porque se ha dejado privar de su más identitaria característica: pensar por sí mismo. Le dice poco y por tanto no es consciente de lo que pierde.
Si queremos dominar al hombre, hagamos que piense menos y cuanto menos mejor. Es simple. Pocos se han interesado por averiguar de lo que es capaz la ingeniería social, especialmente después de la segunda guerra mundial. Pocos se han interesado, en averiguar cuánto de la estrategia militar ha sido adoptada por los grupos de poder, para aplicarla a las sociedades civiles.
Si logras que las personas no vean la realidad, sino un espejo, una sombra, una maqueta de la realidad, ellos percibirán lo que tu quieres. Es decir, has logrado cambiarle la percepción sin que el se dé cuenta. El creerá que es la realidad y no su percepción. Aquí está la cuestión.
Al debilitar los principios del pensar, y quitar las herramientas por los cuales un niño, un joven aprende a elaborar premisas y silogismos aplicando la lógica a sus conclusiones, toda la vida del pensamiento se diluye en intuiciones, sentimientos, palabras vacías, incongruencias, repeticiones. Ese es el hombre “adulto” que hoy ciegamente sigue un solo relato, el que se le dicta desde los medios. Y lo peor de todo, sigue ese relato desde el pedestal de la soberbia, donde el disidente es etiquetado y marginado.
Todo esto que estamos diciendo, no es mera reflexión filosófica, es lo que está pasando sin que reaccionemos. Es difícil reaccionar, cuando gran parte de la población está enceguecida y no admite ni debate, ni discusión, ni nada que incomode su esclavitud con nombre de libertad.
Con gusto he escuchado un resumen breve de esa obediencia ciega a la que nos hemos sometido, en la exposición de Carme J. Huertas, filóloga, escritora, licenciada en filosofía y letras por la Universidad de Barcelona. A ver si vosotros también encontráis esa inmensa cuota de verdad en sus palabras:
http://percepcionactual.com/wp-content/uploads/2021/07/IDIOTIZAR-POBLACION-Carme-huertas.mp4
Lo que refiere Carme J. Huertas, podría ser corroborado, en cuanto a dato científico se refiere, con algunas exposiciones como las que han tenido lugar en Madrid, o la que tuvo lugar en Stiges (World Freedom Forum Sitges, España, 24 de junio de 2021), hecha por médicos que están arriesgándolo todo, por llevar al mundo, otros datos, otra posición que nos haga ver desde la vereda del frente qué está pasando con esta situación que llamamos “pandemia”.
Quienes se cuestionan el relato oficial, son profesionales de larga trayectoria, por ejemplo, uno de ellos, la Dra. Roxana Bruno es Doctora en bioquímica inmunológica; ex residente del hospital Central de Mendoza (Argentina). Doctora en inmunología por la Universidad Autónoma de Barcelona, y ex investigadora del Instituto Max Planck de Neurobiología de Munich, Alemania. Ha sido investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante, España. Aquí su intervención:
Tampoco se quiere escuchar y se criminaliza “a priori” a la Dra. Chinda Brandolino, médico legista, clínica y forense. (Lo de forense, es crucial cuando se trata de desenmascarar el delito verdad?).
Otro de los exponentes, Médico, que se ha dedicado a investigar cuánto de verdad hay en el relato oficial de esto, que algunos han llamado la 3º guerra mundial, bio-tecnológica, es el Dr. Oscar Botta. Lo escuchamos:
Si volvemos a la exposición de Carme Huertas, escuchar a médicos que llevan más de un año investigando lo que se nos dice, debería generar en cualquier ciudadano sensato, al menos respeto y luego un mínimo deseo de no caer en el infantilismo del etiquetado fácil y barato que se nos impone desde la mentalidad dominante. Y un acto revolucionario será dedicar tiempo a la propia reflexión e investigación, teniendo en cuenta que las grandes plataformas ha sido tomadas por los grupos de poder.