Dogma vacunal e impunidad
Recientemente AztraZeneca y Pfizer han pedido disculpas por haber mentido en sus campañas vacunales Covid-19. Lo han reconocido en voz baja y sin mayores consecuencias pese a que las muertes y daños graves por esta terapia génica se cuenta ya a millones. Así gira nuestro mundo; la política global financiera lo envuelve todo, lo justifica todo y el ciudadano de a pie, libremente “traga”. Muy acertado estuvo Juan Manuel de Prada en aquel artículo llamado “tragacionistas”, en oposición a la demonización mediática e incluso popular de todo aquel que contradijera el relato oficial de “vacunas eficaces y seguras”.
Teníamos razón, y es un orgullo para este blog haber comunicado la verdad sin tapujos desde el principio de su creación en el año 2020, a través de innumerables referencias documentadas (por ejemplo ver aquí). Pero ese orgullo va también lleno de tristeza, porque muchos que nos tacharon de “negacionistas o anti-vacunas” ya no están, y muchísimos más hoy sufren tremendos efectos adversos.
Ya no se puede seguir justificando a quienes incluso hoy, siguen recomendando las inoculaciones. Debieran estar en la cárcel, pero el mundo gira impune para los poderosos.
Traemos hoy, una vez más a Dra. Karina Acevedo Whitehouse en una entrevista que resume y deja en claro desde un punto de vista científico, aunque asequible al público, la manera de cómo se manipuló a la población para que accediera a un experimento sin licencia. No deja de ser también un signo de una sociedad sumisa, controlada, incapaz de pensar con cerebro propio, creyente del dogma que vociferen los medios.