Inmunízate en Agosto

Nos complacemos en presentar la opinión de la Dra. Karina Acevedo Whitehouse, a quien repetidas veces hemos citado como fuente de autoridad en percepcionactual.com. Un agradecimiento enorme a su colosal labor de acercarnos conocimientos de biología, epidemiología y ciencia médica en general desde una perspectiva profesional, seria y alejada del conflicto de intereses que desgraciadamente se ha normalizado en la mayoría de expertos.

La elección del título de esta entrada, apunta más bien a la inmunización mental, es decir a la adquisición de herramientas o recursos del pensamiento lógico y datos a disposición para poder cuidar la salud ante los ataques de la ingeniería social, que lleva adelante un plan que va más allá de la supuesta protección contra un virus…

Os deseamos una buena lectura y acertadas conclusiones para bien de la salud mental y física:

Publicación 1.

Estimados miembros de Akasha Comunidad:

Para la mayoría de los que me leen en este momento, es altamente probable que palabras que hoy son parte central de su pensamiento y de sus conversaciones, antes del 2020 no solo no las usaban sino que no conocían su definición. Me refiero a palabras como ARNm, inmunidad adaptativa, inmunización, vacuna vectorizada, IgG, proteína Spike (entre otras), son palabras comunes en el léxico de muchos humanos en la era de la humanitasinsania o de la antropomanía (según si prefieren el latín o el griego).

Dado que hoy es el ‘día del maestro’, y en un afán de buscar los aspectos positivos de estos tres años, me parece bueno que se haya expandido el interés del ‘público en general’ por las ciencias biológicas. Ampliar nuestro conocimiento es una de las formas, a mi parecer, de poder aspirar a tomar decisiones sopesadas, desde nuestra propia responsabilidad sobre ese derecho a elegir. Si no sabemos sobre algo, entonces es más fácil ceder a otro (que, dicho sea de paso, puede que tampoco comprenda realmente sobre ese tema) esa responsabilidad sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra vida.

He intentado explicar de manera didáctica muchos temas en este espacio. Es cierto que probablemente algunos temas han sido mejor explicados que otros; definitivamente, hay algunos temas que son particularmente complejos, y mi pedagogía se queda corta. Sin embargo, más allá de mi destreza, o falta de ella, para explicar conceptos y procesos biológicos, hay otro asunto que también influye en la comprensión de los temas y, acaso más importante, en su comprensión en el contexto de otros temas interrelacionados. Lo que intento decir es que no creo que haya logrado mi objetivo si los miembros de esta comunidad comprenden, por ejemplo, los riesgos del ARNm sintético en las inoculaciones ‘anti-COVID’ de Pfizer y de Moderna, pero no usan este conocimiento para inferir por sí mismos los riesgos de esta tecnología si se usa para cualquier otro producto, sea ‘vacuna’ contra otra enfermedad o sea un tratamiento contra cáncer. Si no son capaces de hacer esas inferencias por sí mismos a partir de la información presentada y explicada, entonces podrían ser presa fácil de muchos otros abusos, engaños y manipulaciones semejantes en el futuro.

Como he dicho antes, esto (me refiero a esto que vive la humanidad entera) no va de SARS-CoV-2 o de COVID. No escribo esto en afán de negar el virus y la enfermedad; ya he expuesto mi perspectiva sobre esto antes. Más bien lo que quiero decir es que el problema es mucho mayor que SARS-CoV-2 o COVID, y por ende, aquello que se ha empleado para ‘prevenirlo’ (que no ha hecho tal cosa) no se dejará de utilizar ahora que se ha dado por concluida la pandemia. Esto es clave de entender.

El problema actual no es la proteína Spike que las células de los inoculados con Pfizer o Moderna, o con las inoculaciones basadas en vectores adenovirales (AstraZeneca, Cansino, Sputnik, Janssen).

El problema actual son los componentes de esas plataformas tecnológicas y el impacto que ocasionan en quienes las reciben. Da igual si ahora las fabrican para proteger contra Influenza, Virus Sincitial Respiratorio, Herpesvirus, Sarampión, Tétanos o Rabia.

Más allá de cuál sea la proteína cuyas instrucciones genéticas contengan e instruyan a nuestras células a producir; los componentes de esos productos, es decir, las nanopartículas lipídicas, el ARNm sintético, los contaminantes no declarados pero presentes en los viales (explicados muchas veces en este espacio), y las secuencias genéticas añadidas a los vectores adenovirales (como, por ejemplo, los promotores que utilizan) son capaces de provocar problemas serios en quienes son inoculados, incluso muchos meses luego de haberlos recibido. Es decir, son justamente las plataformas las que están ocasionando muchos de los efectos adversos severos que están afectando a los inoculados, a veces presentándose de forma clínica muchos meses después. Si después de haber leído todo lo que en este canal escribo y comparto y todo lo que presento en los seminarios no lo tienen claro, tendré que aceptar que estoy fallando en mi vocación docente.

La razón por la que esas plataformas tecnológicas son tan riesgosas es por cómo interactúan sus componentes con las moléculas que tenemos dentro de nuestras células. Voy a centrarme en particular con los productos de ARNm sintético (como los productos anti-COVID de Pfizer y de Moderna) porque cada vez hay más evidencia de que esta es la tecnología que pretenden que se use para fabricas todas las vacunas y muchos tratamientos.

En el estudio que Roxana Bruno y yo coescribimos (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36718314/) explicamos varios mecanismos intracelulares que pueden explicar lo que se está observando en tantos inoculados (cuadros auto inflamatorios, cuadros autoinmunes, miocarditis, cáncer hiperprogresivo, muerte repentina por daño cardíaco, etc.) Otros mecanismos fueron explicados por Seneff y colaboradores, https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S027869152200206X), como ya he explicado en este canal.

En el siguiente mensaje escribiré sobre otro mecanismo, que no abordamos en el artículo de Roxana y yo, ni en el Seneff et al, por el que estos productos pueden ocasionar daño: la modificación en la expresión de microRNAs. Este es un mecanismo más se suma a nuestra comprensión de la peligrosidad de esta tecnología. Si leen y comprenden la explicación, y la suman e integran a todos los otros mecanismos de daño ya descritos, creo que podrían quedarles más claras las razones por las cuales es importante y necesario frenar las aplicaciones de esta tecnología antes de que se vuelvan de uso común y generalizado. Y no, no estoy en modalidad apocalíptica, sino en modalidad pragmática y de sentido común: esta tecnología es mucho más barata y mucho más rápida de desarrollar que cualquier otra plataforma vacunal. Si no la detenemos, estaremos dando de forma abierta o tácita, luz verde a una demoledora de la humanidad y de los animales domésticos a los cuales, también, se les aplique. ¿Eso es lo que queremos?

Publicación 2.

Estimados miembros de Akasha Comunidad:

En el mensaje previo, les indiqué que explicaría otro mecanismo por el cuál los productos de ARNm sintético pueden ocasionar el daño que está llevando a la alta incidencia de cuadros auto inflamatorios, cuadros autoinmunes, miocarditis, cáncer hiperprogresivo, y muerte repentina por daño cardíaco, entre otros. No se trata de que este es el único mecanismo por el que se provocan esos problemas. Es uno más. Y pueden actuar de manera sinérgica entre ellos, potencializando el daño aún más.

Para que puedan comprender la relevancia de este mecanismo de daño asociado a las inoculaciones de ARNm sintético, necesitamos primero abordar lo que son los microARNs. Estos son ARNs pequeños (secuencias cortas) que no contienen información para generar proteínas. Es decir, son ‘no-codificantes’. Aquí he explicado varias veces que el ARNm es el que se genera (expresa) en nuestras células todos los días, luego de un proceso llamado transcripción que ocurre en el núcleo celular. Los microARNs también son expresados pero, a diferencia del ARNm, no son llevados a los ribosomas para que sus instrucciones sean leídas para generar proteínas (proceso llamado traducción), sino que son usados para regular la transcripción de los ARNm. Es decir, son reguladores de la expresión de genes, algo así como un entrenador (si les gusta lo deportivo), o, si prefieren las analogías de fuerzas armadas, algo así como un comandante que controla lo que hace su tropa.

Para controlar la traducción de los ARNm, lo que hacen estos entrenadores-comandantes microRNAs es silenciar o degradar los ARNm. Su trabajo es central y están implicados en la regulación de varios procesos biológicos, entre ellos, la diferenciación celular (el que una célula pueda ser célula de hígado, o de pulmón, o de útero, etc.), la proliferación, la apoptosis (muerte celular programada), además de regular el desarrollo embrionario y el crecimiento y función de los tejidos. Algo fascinante es que pueden ser producidos por una célula, pero ser excretados e impactar en otros tejidos y células. Pueden leer más sobre los microRNAs en https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1889-836X2016000100007.

Han estado en la mira de los científicos del área biológica desde hace varios años porque su función los hace importantes en varias enfermedades como el cáncer, enfermedades autoinmunes, e incluso en enfermedades como diabetes tipo 2. Esto es porque cuando son expresados fuera de tiempo, o suprimidos en su actividad, pueden ocurrir o desencadenarse este tipo de enfermedades. Pueden ver más sobre esto en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0016-38132019000100063.

Ahora bien, más allá de lo interesante de este conocimiento en sí mismo, la razón por la que les comparto este texto y me tomo el tiempo de explicar lo que son los microRNAs (también conocidos como miRNA) es porque se publicó un estudio hace unos meses justo sobre la desregulación de microRNAs como consecuencia de las inoculaciones ‘anti-COVID’ de ARNm sintético (como las de Pfizer y Moderna). Stati y colaboradores publicaron un artículo titulado (traducido del inglés) “Preocupaciones sobre la efectividad de la tecnología de vacunas de ARNm y su seguridad a largo plazo: Interferencia potencial sobre la maquinaria de miRNA Long-Term Safety: Potential Interference on miRNA Machinery” (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9863643/). En ese artículo hacen hincapié de la necesidad de tomar en cuenta la posible desregulación de microRNAs por acción del ARNm sintético dentro de la célula, en particular considerando cuántas personas en el mundo han recibido estos productos. Si bien su artículo expresa una preocupación, no está tomada de la imaginación de los autores, sino de estudios científicos previos que han reportado que después de recibir las inoculaciones, pueden encontrarse exosomas (“bolsitas” derivadas de la membrana celular que son excretadas de la célula), conteniendo microRNAs, y que estas influyen en respuestas severas de inflamación asociadas a los efectos adversos (ver: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35136071/). De hecho, los autores de ese último estudio citado identificaron a un microRNA específico, miR-92a-2-5p, que es subregulado (baja su expresión) en personas inoculadas con esos productos de ARNm sintético y que tuvieron efectos adversos. El problema, es que la subregulación de este microRNA está asociado a problemas de proliferación celular, incluso neuronal, lo que puede estar asociado con cáncer (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9222067/) y su desregulación se asocia con otras enfermedades (https://www.nature.com/articles/cdd2013125). De ahí la preocupación de Stati y colaboradores.

Así que, como indiqué en mi mensaje previo (https://t.me/akashacomunidad/2677, https://t.me/akashacomunidad/2678), ahora tenemos que sumar la desregulación de los microRNAs a nuestra comprensión de la patogenia de estos productos basados en ARNm sintético. Cada vez se entiende más el porqué de los infartos repentinos, muertes súbitas, miocarditis, hiperproliferación oncogénica, autoinmunidad, etc. Lo que no ocurre, al menos así parece, es que los que toman las decisiones se enteren de estos estudios. Como he dicho antes, ¡es un crimen!

Les saludo, Karina AW