¿Los blancos asesinamos a Floyd?

Pautas de orientación crítica basada en 5 análisis de expertos

¿Cómo hemos llegado a estar convencidos de que las culpas individuales son culpas colectivas? ¿Qué trabajo de relojería se ha hecho en gran parte de la población los últimos decenios para lograr esto? Los siguientes razonamientos y planteos se basan en los profundos y completos análisis de distintos expertos que presentaré al final.

Imagen del blog del Dr. Pablo Uturrieta, citado al final de este artículo

Antes de analizar el hecho ocurrido, metodológicamente es más acertado, considerar la situación de la población en cuanto a su capacidad mental receptiva para la elaboración de juicios sanos y sensatos. Ya prácticamente ningún sociólogo sostiene la tesis de una sociedad con alto juicio crítico y sentido común, por el contrario, cada vez más frecuente, encontramos análisis y estudios que nos hablan más allá del coeficiente intelectual, de una sociedad inmadura, ignorante e idiotizada, mucho más manipulable, por duro que nos puedan parecer estas calificaciones.

Apenas una minoría de la población, ha tomado conciencia del trabajo de reigenieria social que “los amos del mundo”, han hecho sobre ella. Y cuando esta minoría intenta despertar a la mayoría, ésta simplemente reacciona como ha sido adiestrada, es decir desde la sensibilidad hasta la histeria. En la actualidad es muy fácil constatar el estado de ánimo, las tendencias y pasiones de gran parte de la población, a través de las redes sociales. Pero, podríais objetar que muchos no están en las redes sociales; sin embargo están frente a la caja tonta y para corroborar lo que piensan y sienten no tienes más que pasearte por los bares o las plazas. Como, a veces se dice “todos cortados con la misma tijera”.

Por tanto, gran parte de la gente ignora el trabajo de manipulación que se ha hecho sobre ellas, no se da cuenta que su capacidad crítica ha sido disminuida, no autocritica su fe ciega a las ideologías políticas dominantes, y vive en la ilusión de ser un ciudadano libre.

Cuando el terreno está dispuesto, es lógico que la cizaña crezca

Hemos pasado de una, cada vez más descubierta, cuestionable pandemia donde se han puesto en marcha mecanismos de eliminación de la población anciana, a una nueva paranoia del racismo por la muerte de un solo hombre.

Los ingenieros sociales, primero te han atrofiado la capacidad de pensamiento crítico, ahora simplemente saben cómo hacerte percibir lo que ellos quieren. Ellos, a través de los medios y las técnicas de manipulación psicológica te ponen unas gafas, del color que ellos consideran útil ahora, y tu creyéndote libre de ver la realidad, repites hasta el cansancio lo que se te ha mandado decir junto con la masa.

Ambas paranoias han sido creadas en los mismos laboratorios, que por cierto, son los que han dominado el mundo las últimas décadas.

Pareciera que el primer experimento (covid-19) no dio todos los resultados esperados, pues la globalización de la tecnología digital, como arma de doble filo, les ha jugado en contra: ha servido para que mucha gente despierte ante el engaño y corrupción de las grandes organizaciones como O N U y O M S a quien confiábamos nuestra vida. Así, al verse delatados, han debido poner en marcha un plan b (o quizá, era ya parte de un único plan).

La estrategia parece ser la de siempre: divide y vencerás

Pero ¿qué hay que dividir?  Todo lo que esté establecido, lo que esté en desarrollo orientado a consolidarse, y todo lo que ya sea sólido por estar unido naturalmente; todo grupo, institución, o pensamiento que contribuya a mantener el orden que ha tenido la civilización humana hasta el presente, hay que dividirlo.

El objetivo más codiciado: la célula fundamental de la sociedad, la familia, y son millones los que se gastan para lograr abolirla. El segundo objetivo: perseguir las instituciones que den cohesión interior a la vida de las personas, como es la Iglesia católica y otras confesiones religiosas, pues una persona consolidada espiritualmente dedica más tiempo al silencio y a la reflexión, por tanto es más difícil de engañar, a la vez que está más libre para criticar lo que ve como dañino para la vida.

No hay que olvidar que esta estrategia tiene un revés, que es hacer lo contrario con las fuerzas destructoras, o las que ellos llaman de de-construcción: consiste en pasar al plano de-constructivo aquella ley de la unión para lograr la fuerza. Por tanto, se intentará unir todas las fuerzas revolucionarias conseguir hacerse con el control de la población mundial: comprar medios de comunicación, puestos claves en las instituciones desde la gubernamentales hasta las escuelas, y una fuerte influencia en la psicología de marketing para que, a la orden o el estímulo dado, la masa reaccione sin cuestionamientos.

Es lo que ha ocurrido con el suceso (si ha sido así) ciertamente injustificable de la muerte de George Floyd de raza negra a manos de un policía de raza blanca (no me gusta hablar de razas, por las connotaciones que nos han impuesto).

De lo normal a lo planeado

Entraría en lo normal, un reacción de protesta pacífica ante la policía de Minneapolis, para que ese agente además de ser destituido fuera procesado, con todo el peso de la ley; pero como “a rio revuelto ganancia de pescadores”, allí estuvieron quienes probablemente también “revolvieron el rio”, para hacer de ese caso individual con culpas individuales, un caso colectivo, nacional y mundial. 

Es decir, la culpa individual se vuelca sobre toda la sociedad bajo una característica por ellos elegida, esta vez la del racismo. Podrían haber elegido otra característica como la de su orientación sexual, su estado social, su religión etc. Lo cierto es que, de ese modo, se dividió la sociedad americana (y occidental) entre blancos y negros; con la misma estrategia que divide hombres y mujeres, u homosexuales y heterosexuales, o entre musulmanes y occidentales… lo que antaño era proletariado y burguesía. Y el rebaño ya adoctrinado sale a las calles, olvidándose del caso ocurrido y simplemente luchando por la causa que se le ha inculcado.

Obsérvese que el mal se aplica a todos, y solamente a los que ellos “marcan”, en este caso a todos los blancos occidentales hombres y mujeres. Tal como el feminismo actual hace a todos los hombres blancos y heterosexuales potenciales violadores y maltratadores.

La vara de medir se aplica sólo a lo que este sistema manda: por ejemplo no se asocia la muerte de Floyd, a la mayor cantidad de muertes cometidas por delincuentes de raza negra contra otros de su misma raza… La vara es distinta también cuando la violación o maltrato lo hace un musulman, o una mujer que mata a un niño, o a otra mujer.

La pretensión bíblica más antigua

Volvemos una y otra vez, a la verdad del Génesis, esa pretensión de “ser como dioses”: los amos del mundo, quieren ser los nuevos dioses de este nuevo orden mundial, o “nueva normalidad” como nos están ya acostumbrado. Ellos que ha puesto el valor a la moneda, al petróleo, al oro, ahora, o ya desde hace décadas, ponen el valor a tu vida. Tu vida vale más, si pertenece al colectivo de las herramientas revolucionarias más codiciadas: feminismo, racismo, homosexualismo, trans, secesionismo, revolución etc. 

Ellos han de-construido la jerarquía natural del valor de todo, para construir una nueva jerarquía de valores. Así, tenemos que la vida de un niño en gestación vale menos que la decisión de una madre, de eliminarlo. La vida de una mujer asesinada a manos de un hombre blanco heterosexual, vale más que la vida de una mujer asesinada por otra mujer, o por un hombre de color. La vida de un blanco revolucionario asesinado vale mil veces más que los miles de misioneros asesinados por su fe. Qué decir de la vida de un judío y la de un palestino!  La vida de George Floyd vale más que la vida de los miles de hombres negros asesinados por otros de la misma raza, simplemente porque es el dios sistema quien pone valor a la vida de cada uno.

¿Un regimen nuevo o una nueva religión?

Lo tremendo es, que la sociedad se está acostumbrando a obedecer sumisamente a este nuevo dios. Y ya no son los medios solamente lo que hacen de portavoz de esta divinidad, sino que es la misma gente, que hoy llena las redes y programas de radio y televisión hablando de lo malo que somos “aquellos que hemos sido marcados”.  Ya se ha dejado de lado el pensamiento crítico y se actúa por las “etiquetas” que los amos ponen para que se reaccione con histeria colectiva. A los magnates el camino se les ha hecho fácil, basta coger un caso, en el momento justo, con una sola foto o un solo video, subvencionar unos pocos líderes de masas, un poco de logística y el espectáculo está garantizado. De este modo se puede condenar en vida a cuanto opositor se quiera, derrocar gobernantes y hasta presidentes.

Principales análisis consultados para la elaboración del artículo:

  1. Quizá el mejor análisis de lo que realmente ha pasado a partir del lamentable suceso, lo presenta a través de 4 artículos, el  divulgador científico, Doctor en Filosofía Política y Legal (Otawa, Canadá 2017) Pablo Muñoz Uturrieta:  Análisis profundo y detallado sobre el contexto, causas, raíz y motivaciones de lo que sucede en EEUU. Ver aquí el primer artículo.
  2. Un completo reportaje del «incendio» que ha producido la muerte de George Floyd en el mundo, mostrando la línea ideológico-política alentada y financiada por grandes corporaciones y figuras ya conocidas en el terreno mundial. En el reportaje se pone especial énfasis en la reacción acrítica de la población que repite lo que se les ha inculcado desde los medios y cierta “educación”. Ver aquí.
  3. Agustín Laje, politólogo analiza con Mamela Fiallo, profesora universitaria, traductora, columnista de Panam Post la situación de los intereses que hay detrás de la muerte de George Floyd. Ver aquí.
  4. El conocido escritor, investigador, ex-agente de contraespionaje de la Inteligencia rusa KGB, en el canal El Mercurio desvela los planes para crear una guerra civil en Estados Unidos. Ver aquí.
  5. Un programa de tv, en España: El programa “La Inmensa Minoría” en la primera parte, presenta los hechos con un análisis claro y rotundo sobre el contexto político y especialmente ideológico que intenta convencer a la población de EEUU y del mundo de un mal sistémico. Ver aquí.

Sin embargo, hay mucha gente que todavía cree que todo esto, son conspiraciones, de los conspiranoides de siempre, incapaces de darse cuenta de lo que está pasando en la sociedad. Yo también desearía que fueran meras teorías conspiranóicas y no la realidad misma.

DanielC