Negocio cáncer de piel

En los últimos años nos ha quedado demostrado (al menos para quien ha querido ver), que el mundo sanitario médico científico es tan humano como el nuestro, es decir propenso a caer en las tentaciones de todos los mortales: dinero, fama, reputación, orgullo etc. Nos hemos dado cuenta que la fe debemos dejarla para lo que atañe a Dios; y que la fe humana tiene que ser corroborada, la confianza tiene que ser ganada, demostrada.

El pensamiento sano, sin prejuicios pero con mucho sentido común no tiene que abandonarse, aunque haya miles de voces que nos empujen hacia ello (ingeniería social). Y en este sano pensar constatamos, concluimos que gran parte de la ciencia moderna ha sido infiltrada por los poderes globales que se han hecho con ella, ya que controlando la salud, controlas el mundo. De ello escribimos aquí, y en otras publicaciones.

También desde un sano pensar, que algunos tacharán de equivocado o arriesgado, hay gente que con más o menos discernimiento, ha seguido y sigue a expertos de la salud, no necesariamente médicos titulados en las Universidades de Medicina. ¿Es un riesgo? Sí, aunque visto lo visto sobre la actuación de médicos y científicos en la “plandemia” Covid-19, y sobre todo la actual promoción de las vacunas ARNm (luego de tanta evidencia de muerte y graves lesiones), el riesgo parece justificado; y estará más justificado aún si se sabe filtrar la información y formación, aplicando, como decimos, sentido común y discernimiento.

Un modo de actuar, desgraciadamente común, en la industria farmacéutica en complicidad con sanidad, lo deja claro aquí el Dr. Frank, muy querido por millones de personas que ha comprobado en la propia vida la verdad y utilidad de sus consejos. (Todavía no se han esclarecido las causas de su muerte, no se descarta que haya sido quitado de en medio, ya que, dado los millones de seguidores, era una amenaza para la rentabilidad farmacéutica).