¿Por qué los médicos callan?
Digno de publicar, la respuesta que nos ha dado la Dra. Natalia Prego, a la pregunta de por qué los médicos callan ante el evidente daño que ha sufrido una parte significativa de la población a causa de las vacunas Covid-19. Algunos medios siguen con el mantra “no hay evidencia científica”; pero si nos preguntamos ¿Por qué no hay evidencia científica de causalidad? vemos que no la hay, porque no se quiere que haya. Y cuando se encarga un estudio, quienes financian ese estudio y los científicos están en la línea de no desacreditar la panacea de las vacunas.
Pero desde el sentido común y la observación tenemos evidencia palpables, como ya hemos hecho ver en ESTA PUBLICACIÓN. simplemente reflexionando y aportando los datos que cualquier persona puede comprobar. Irónicamente en X alguien lo decía en pocas palabras:
AQUÍ LA EXPLICACIÓN, RESPUESTA DE LA DOCTORA NATALIA PREGO
Las tácticas de censura en salud bajo la lupa: desafíos éticos
Muchos me preguntáis en los post por qué muchos médicos no hablan. No puedo responder por otros, pero tengo una ligera idea. La causa está en la censura y represión en la era Covid. Desde la limitación de la visibilidad en plataformas digitales hasta la desacreditación profesional. La censura ha afectado la discusión abierta sobre tratamientos alternativos y la eficacia de ciertas medidas, limitando la diversidad de perspectivas en la salud. La retirada de publicaciones y la eliminación de contenido y de canales enteros de plataformas en línea, como YouTube, se ha utilizado para limitar la visibilidad de investigaciones o declaraciones que discrepan de las narrativas predominantes. La aplicación de presión institucional y la desacreditación profesional se han empleado para desalentar a médicos y científicos e impedir de esta forma que expresáramos opiniones heterodoxas, afectando así nuestra reputación o estatus en la comunidad científica.
Tratamientos y Protocolos de Salud: Las autoridades de salud pública, desde su punto de vista dominante, han estado implementando y dando cobertura, como parte esencial para combatir Covid ciertos tratamientos y protocolos (algunos con resultados de altas tasas de mortalidad), vacunas, medidas de confinamiento, distanciamiento social etc. Sin embargo, algunos profesionales hemos expresado, desde el minuto cero, opiniones críticas sobre la eficacia de ciertas medidas y tratamientos y hemos abogado por enfoques alternativos. La censura ha dificultado la evaluación adecuada de estas opciones. Cuando se ha prohibido sistemáticamente la discusión en torno a ciertos tratamientos o enfoques para el tratamiento, se ha perdido la oportunidad de explorar ideas innovadoras y descubrimientos científicos valiosos. Por no seguir esos protocolos de tratamientos, la mayoría de los cuales que eran sumamente peligrosos e inseguros, hemos sido demonizados, perseguidos o sancionados. Sin embargo, desde el principio gracias a nuestros tratamientos, nuestros pacientes han podido restablecer satisfactoriamente su salud y eso es lo que importa a un verdadero médico. Un médico no debe obediencia ciega a unos protocolos y tratamientos que vienen impuestos desde nueva York o Ginebra para unos pacientes a los que quienes los imponen nunca han visto, ni tratarán. Se trata de curar a las personas, no de imponer censura, ni de demonizar a quien no se someta a las creencias de terceros.
La OMS trata de imponer tratamientos a pacientes que no son suyos. Soy yo, quien realmente tiene que decidir sobre el tratamiento a mis pacientes y no la OMS. Soy yo la que ha curado y salvado a los pacientes y no la OMS. Y soy yo la que no tengo por qué soportar la ignominia que han venido lanzando los trolls y los medios sobornados sobre mi intachable carrera como médico, por el único motivo de que era capaz de curar a los pacientes, pero eso unos cargados de miedos y otros cargados de dinero, no lo pueden comprender. La censura en redes sociales busca limitar la difusión de puntos de vista heterodoxos al calificarlos como potencialmente perjudiciales o falsos, incluso cuando han servido para salvar vidas, como es el caso.