A 2 años de la gran estafa

Cada 11 de marzo, en España los medios hegemónicos repiten, juegan, manipulan, lloran hipócritamente, se burlan del telecreyente recordándole la versión oficial del atentado del 2004. Para el 2020 estos mismos medios estuvieron más comprometidos… pero no con el pueblo.

Hubo otro 11M, el ocurrido en el año 2020, y otra vez, los medios, o mejor dicho periodistas terroristas, hoy se siguen burlando del borrego sumiso, que lo creyó todo.

Hoy cumplimos 2 años, del inicio de la mayor estafa científica, sanitaria global. Las élites lo ensayaron un mes antes, y luego simplemente pusieron en marcha todos los medios estratégicos, tecnológicos y sobre todo de operación psicológica de masas. Desde los Think Tanks, esos que el pueblo ni siquiera ha oído hablar, se planeó y gestionó, el mayor fraude de la historia de la medicina, y el mayor botín conquistado por la industria farmacéutica, la Bigh Tech, y grandes corporaciones.

Si tienes las herramientas adecuadas, al hombre del siglo XXI es más fácil de engañar que el medieval, pues el hombre moderno cree que piensa, cree que es libre, cree que vive en un paraíso democrático, pero sobre todo, el mayor obstáculo es su soberbia que lo amarra a sí mismo, lo hace incapaz de buscar la verdad, más allá de la obediencia a lo que el sistema le enseño y le dice. Disentir está prohibido. Pero es que los nuevos ciudadanos no son capaces de disentir.

Dos años de confusión deliberada, buscada y bien financiada. Contradicciones, incongruencias, falsedades, medidas draconianas inútiles impuestas por quienes decían servir al pueblo. Y de parte del pueblo, miedo, mucho miedo, e incapacidad de pensar por sí mismos. Parte del pueblo fueron los sanitarios, y médicos que fueron víctimas de un golpe final de adoctrinamiento pseudocientífico con fuerte dosis de operación psicológica. Todo ordenado con lujo de detalles, desde las endiosadas instituciones internacionales como la OMS, o el CDC, EMA quienes hace mucho dejaron de servir al ciudadano común, para servir a sus amos.

El ciudadano tipo del siglo XXI, es el descrito en Un Mundo Feliz, de Huxley, donde te crees libre, porque así te lo dicen tus amos, pero en realidad eres un esclavo. Un Mundo feliz, es el sinónimo de la Agenda 2030.

Mintieron con culpa o sin ella, por ignorancia o por pereza de investigar, por miedo o por coacción, pero desde las famosas “comunidades científicas” elegidas a dedo por quienes financian las Universidades, la OMS y demás instituciones, pasando por la “palabra divina” de las grandes revistas científicas, hasta los invitados “expertos” en los medios de comunicación.

Pero mintieron con calidad, entretejiendo datos reales con hipótesis, preprints con estudios revisados por pares, exagerando tesis que convenían al relato oficial y ocultando otros estudios que lo contradecían. Bombardearon a la población atemorizada, y un poco más le dijeron que ya habían muerto, pero que ellos, servidores del pueblo, habían trabajado duro para traerles aquello que les daría “vida eterna”: ante un virus “desconocido” (gran mentira), en pocas semanas estuvo lista la vacuna. Los medios alargaron la espera, para que no fuera tan evidente la farsa.

¡Es que murieron muchas personas!  alegas. Te dijeron que por el virus, y te lo creíste. Te hicieron ciego para distinguir simples preposición de la escuela “por” y “con”.

Te dijeron que aquí había un test mágico que decía siempre la verdad, y te lo creíste. Aún cuando apuntaba coronavirus a cabras, papayas, e incluso agua del grifo.

La vacuna ha salvado muchas vidas, lo repites. No está demostrado, pero te lo crees.

Es segura y eficaz: muchos estudios demuestran lo contrario, pero como lo tuyo es creencia, pues sigue creyendo.

Te mintieron sobre el origen, te mintieron sobre la letalidad, te mintieron sobre la curación, te mintieron sobre la eficacia de las medidas etc etc… Y con todo, te hiciste discípulo de la nueva religión.

Quien no despertó hasta este momento, difícil será que despierte en adelante, es ya un buen esclavo de la narrativa covidiana ayer, de la guerra hoy, y quien sabe la que será mañana…

La farsa de una pandemia fabricada a la medida de las mentes débiles para enriquecer la élite dueña del mundo y empobrecer especialmente a Occidente, sólo puede ser ocultada con una gran guerra que a la vez cumpla los mismos objetivos: despoblación, mayor control, empobrecimiento y caos necesario para instaurar el nuevo orden, el orden que derribe los pilares del occidente cristiano y los suplante con los cimientos de una nueva humanidad, ya no humana.

DanielC

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