Ética y biogenética

Quizá nunca nos hemos puesto a pensar que el alma de la educación es la formación ética, la moral, pues sin ella el conocimiento se puede transformar en un arma destructiva.

Ya a finales del año 2023, ha llovido mucho… muchos ya no están con nosotros y la mayoría no ha sido por un virus. Muchos de los que decían velar por nuestra salud no lo han hecho y casi sin excepción los que decían informarnos para nuestro bien, no han informado sino más bien obedecido al relato de sus financiadores. Pero como son grandes medios, la impunidad los acompaña.  

Las pasiones humanas, el deseo de fama, riquezas y demás “instintos” están siempre presentes en la toma de decisiones, y solamente el hombre virtuoso que ha buscado el equilibrio y el bien que trasciende el sentimiento y los instintos, es capaz de ser bueno y de discernir lo bueno para los demás.

Si aplicamos esto, a las diversas etapas de la formación que hoy recibe un niño hasta el universitario, descubriremos una deficiencia y minusvaloración de la formación ética y moral; descubriremos un relativismo que deja sin referencias ciertas y universales a la mente y la voluntad. Pues, esto que parece una reflexión abstracta es lo que después recae con sus consecuencias en la vida diaria de las personas.

¿Quiénes y por qué deciden enseñar en las Universidades éste u aquel autor, o ésta o aquella tesis? ¿Qué y de quien existen presiones para que se enseñe una cosa u otra? ¿Qué influencia tienen los financiadores y mecenas de las universidades? ¿Qué influencia tiene la política y los ministerios de educación en la proposición de los contenidos? Si no hay un serio estudio sobre la veracidad fundada de lo que se afirma, se cuela en la formación de los futuros profesionales el error, la mentira enseñada como verdad, lo posible enseñado como cierto y verificado. Y se cuela no por error accidental, sino porque hay intereses que no obedecen al orden ético, y aquí hay que ir más allá del orden positivo y fundarse en el orden que nace de la ley natural.

De estas serias cuestiones hemos ido aportando datos en nuestro blog e intentando suplir con nuestro granito de arena, la desinformación y falta de veracidad de los medios hegemónicos poniendo al alcance del ciudadano de a pie, una información y formación básica para comprender lo que sucede y afecta directamente a nuestras vidas. Para ello, entre otros, hemos apostado por una gran experta en la materia, la Dra. Karina Acevedo Whitehouse. En esta ocasión, con una analogía más o menos simple, nos da una formidable clase de biogenética:

Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Hace tiempo di un seminario en el que usé una analogía para explicar lo que es la transcripción (el proceso con el que se genera ARNm) y la traducción (el proceso con el que se generan proteínas) en la célula. Voy a expandir un poco esa analogía porque creo que puede servir para entender lo que son los fármacos basados en ARNm sintético modificado (ARNm-sm) y su diferencia con los fármacos (ahora en ensayos clínicos) basados en ARNm sintético modificado autoreplicante (de aquí en adelante ARNar).

La analogía es la siguiente, con los siguientes personajes/lugares:

1) Libro de recetas de la abuela que está en el ático de su casa: El ADN.

2) El ático: El núcleo de la célula.

3) Receta copiada en limpio: El ARNm.

3) La cocina: El citoplasma.

4) El horno: Los ribosomas.

5) Los ingredientes: Nucleótidos.

6) El pastel: Una proteína.

7) La mica de plástico: Modificaciones nucleosídicas.

8) El calor y la humedad de la cocina: Endonucleasas.

9) El vecino: Las células de una persona que recibe inyecciones basadas en ARNm-sm.

10) Policías: Sistemas de detección intracelulares de ARN foráneo y células del sistema inmune.

11) Impresora de 3D: Complejo de replicación en el ARNar.

Van los tres escenarios:

1. ARNm celular (proceso normal que ocurre cuando la célula requiere fabricar una proteína).

Imaginen que quieren hacer un pastel que les hacía su abuela, y que se encuentra en el libro de recetas en el ático (y que ella les hizo prometer que nunca lo sacarían del ático). Transcriben a un papel limpio la receta, de forma que sea legible y no contenga las anotaciones que su abuela hacía en los márgenes de las hojas de su libro (poemas, pensamientos, etc., que ella incluía y que poco o nada tenían que ver con las recetas). De esa forma sólo les queda la receta del pastel transcrita en el papel. Ahora que ya tienen la receta en limpio, van a la cocina a hacer el pastel, de acuerdo a las instrucciones de la receta.

Toman los ingredientes y los van metiendo al horno en el orden preciso que dice la receta. Un tiempo después, voilà, está listo su pastel.

Quieren hacer más pasteles iguales, pero debido al calor y la humedad en la cocina, la hoja de la receta se ha dañado un poco, así que tal vez sólo puedan hacer tres o cuatro pasteles más antes de que sean completamente ilegibles las instrucciones. Si quisieran hacer más pasteles, tendrían que volver al ático y transcribir las instrucciones en otro papel. Cada vez que lo transcriban, podrán hacer cierto número de pasteles antes de que la hoja con la receta se estropeé y deje de ser legible.

2. ARNm-sm (como el de los inyectables ‘anti-COVID’ actuales de Pfizer y de Moderna).

Imaginen que quieren cocinar el pastel que les hacía a ustedes su abuela, pero lo quieren hacer en la cocina de casa de su vecino. Ya tienen la receta escrita en limpio en una hoja, y la hoja la protegieron con una mica de plástico, porque quieren que se hagan mucho más pasteles de lo que normalmente se lograría hacer con la hoja de receta sin el plástico. Logran meterse en la cocina de su vecino (sin pedirle permiso, por supuesto). Toman los ingredientes que están en la cocina y los van metiendo al horno en el orden preciso que dice la receta. Un tiempo después, voilà, está listo su pastel, y como está protegida la hoja con la mica, en vez de poder seguir usándola para hacer tres o cuatro pasteles iguales, hacen treinta o cuarenta pasteles. Pero, a la larga se daña la receta con todo y la mica (duró más, pero acabó siendo destruida por el calor y la humedad de la cocina). Además, al quedarse ahí por más tiempo, finalmente se entera su vecino que están ahí de polizontes y se arma la de los dioses del Olimpo. Llama a la policía, y en el proceso, se daña la casa del vecino (incluso, la cuadra o la colonia completa) y ya no se generan más pasteles (a menos de que ustedes logren volver a entrar con esa receta a la casa de otro vecino).

3. ARNar (como el de los inyectables ‘anti-COVID’ BNT162c2 de Pfizer, los de Glaxo Smith Klinr, o de Arcturus).

Imaginen que quieren cocinar en casa de su vecino muchos, muchísimos pasteles de los que les hacía su abuela, y no quieren dejar de hacer pasteles, al menos desean seguir haciéndolo hasta que se de cuenta su vecino de que están ahí de polizontes y llame a la policía. Ya tienen la receta escrita en limpio en una hoja protegida con la mica de plástico. Pero, además, meten junto con la receta una impresora 3D que les permite hacer más y más copias de la receta enmicada, además de más copias de la propia impresora de 3D cuando está se averíe (es decir, es autoreplicante). ¡Hacen miles! Así que van tomando los ingredientes que están en la cocina y los van metiendo al horno en el orden preciso que dice la receta. Un tiempo después, voilà, está listo uno, dos, tres, cuarenta, cuatrocientos pasteles… ¡No dejan de hacer pasteles, porque no deja de haber receta a la que seguir! Ahora no importa la humedad y calor de la cocina, porque pueden hacer más recetas enmicadas cada vez que quieran. Este hecho incluso permite que desde la casa del vecino manden recetas enmicadas e impresoras 3D para que entren en otras casas de vecino y se pongan a hacer los pasteles. Claro, no dejan de ser polizontes, así que en algún momento se enterarán los vecinos que están ahí y se armará la de los dioses del Olimpo. Como respuesta de lo que haga la policía, se dañará o hasta se destruirá por completo la casa del vecino, además de la cuadra o la colonia completa.

¿Así queda clara la diferencia? La tecnología basada en ARNar hace copias de sí misma. Es imposible de saber si entrarán las moléculas en otras células, y se puede prolongar su permanencia en el organismo.

Hasta donde sé, actualmente no hay ningún fármaco basado en ARNar que cuente con licencia o con autorización por emergencia, pero dado el número de ensayos clínicos en curso y el gran potencial económico que representa para las farmafiacéuticas, es razonable suponer que será la siguiente tecnología a usar para elaborar muchos y diversos fármacos, incluyendo aquellas que anunciarán como si fueran vacunas.

Y, ¿qué hacer? ¡Hombre, no tengo la respuesta! Pero, me parece que tener el conocimiento (y comprenderlo) es un paso en la dirección correcta. Esa que nos permite decir: ‘¡No!’, cuando, por ignorancia, malalechismo o franca maldad, algún médico, (dentista), familiar, amigo, o influencer nos recomiende estos productos. Si los productos farmacéuticos basados en ARNm-sm representan un riesgo severo a la salud de quién las recibe, estos productos nuevos son mucho peores, simplemente por ser autoreplicantes.
Espero que esto sea de utilidad para ustedes,
Karina AW