Hay esperanza (parte 2)

Seguimos nuestra serie de “dar esperanza en una sociedad cada vez más confusa”. Nuestros lectores más asiduos, saben que la esperanza que buscamos no es la del optimista ignorante de la realidad, sino la del realista, comprometido con la verdad en primer lugar, antes que con cualquier asociación o institución humana.

Una visión realista y objetiva, aunque nunca perfecta, es posible, porque el ser humano tiene herramientas suficientes para conocer la verdad, o al menos acercarse a ella. Esto que decimos, contradice la tendencia relativista actual que domina desde hace muchas décadas el pensamiento moderno.

El ser humano llega a conocer verdades gracias a la luz de la razón y gracias a la luz de la fe. No es cierto que fe y razón estén en oposición. (visitar esta página como ejemplo). Es más, como afirma el filósofo y teólogo Tomás de Aquino, no puede haber una verdad para la razón y otra para la fe. Juan Pablo II, ahondó en este tema y lo expuso en este valioso documento (ver enlace).

Para vivir una esperanza auténtica es necesario buscar la verdad y en este sentido, liberarse de los mitos y mentiras que el pensamiento predominante nos ha impuesto. Se trata de un camino que requiere dedicación, pero es el camino hacia la libertad, aunque empecemos a volvernos raros para la época en que vivimos.

Pero ¿Qué es ser raro? ¿cuando una persona, un escritor es raro? ¿Quiénes fueron los escritores raros en determinadas épocas de la historia y qué aportaron a la sociedad? ¿La esperanza auténtica residirá en los raros o en los comunes?

Las respuestas no son poesía, son la vida misma. Vale la pena leer y escuchar a un hombre que enseña a esperar con fundamentos sólidos, Juan Manuel de Prada; entrevista a su libro “Raros como yo” de la editorial Espasa.

ESCUCHAR la entrevista presentación del libro.

*Más sobre Juan Manuel de Prada y su fe en esta entrevista