¿Dios avisa?

Ayer (05.11.23) se produjo una aurora boreal roja, y en latitudes en las que muy raramente se producen, como Ucrania, Suiza, Italia, Eslovenia y Francia. Igual que ocurrió el veinticinco de enero de 1938, dos meses antes del comienzo de la segunda guerra mundial tras la anexión de Austria por Alemania.

No se trata de un hecho sobrenatural, tiene explicación científica, pero se trata de un hecho natural extraordinario. Por lo que diremos a continuación, téngase en cuenta que Dios no necesita milagros ni hechos sobrenaturales para guiar a sus hijos, pero sí necesita que sus hijos estén atentos a sus signos.

Para quienes tienen experiencia de la Providencia divina no solo en los acontecimientos personales sino también en los acontecimientos globales, resuenan las palabras de la Virgen en Fátima del año 1917:

“cuando veáis una noche iluminada por una luz roja sabed que está pronto el momento en que Dios castigará al mundo por medios de las guerras y el hambre”.

Hablando de los 75 años de la aurora de la guerra civil, este mensaje de la Virgen fue citado en el diario El Mundo y tachado, como es de esperar, como “interpretaciones religiosas y exegesis meramente supersticiosa”, cuando los hechos históricos demostraron que efectivamente se desencadenó luego la segunda guerra mundial, tal como había sido anunciado por la Virgen.

Para el cristiano, la fe en Dios cuando es auténtica es razonable, no es ciega. La existencia de Dios es la premisa mayor que permite deducir todo lo demás a nivel teórico y también práctico. El Dios Creador, por ser un Dios personal, por ser El Amor, no puede dejar a su criatura en la ignorancia de las cuestiones fundamentales de la vida. Es por tanto, un Dios revelador de las verdades existenciales y de los acontecimientos que guardan relación con la salvación del alma. Al ser Padre, es lógico que cuide, proteja y advierta a sus hijos. Su eternidad le permite revelar y advertir de los acontecimientos más relevantes del mundo, para que sus hijos estén preparados.

Hoy, una mayoría de católicos, practicantes incluso, adolecen de un conocimiento serio del mundo profético cuya base está en la sagrada Escritura y por tanto poca estima tienen de las profecías. Esta actitud puede contradecir lo que hemos dicho en el párrafo anterior, o al menos ser temeraria, ya que la misma palabra divina lo dice por boca del profeta Amós 3, 7.

“No hará cosa el Señor sin revelar su plan a sus siervos los profetas”.

Es decir, se nos revela la clave del acontecer y llave interpretativa para cumplir aquello de Jesús “discernir los signos de los tiempos”.

Siempre Dios ha guiado a su pueblo por medio de profetas. Después de Cristo, El mismo envió a sus discípulos a ser profetas en el mundo. Y entre los profetas está en la cima la Reina de los profetas, su Madre. Por ello, el no identificar y escuchar a los profetas en cada tiempo histórico es lo que permite que la oscuridad del error, de la mentira, se cierna sobre la mente de los cristianos.

Actualidad del Mensaje de Fátima según el Papa Benedicto XVI: leer aquí.

Tremendas palabras del Papa Benedicto XVI, en Fátima:

“Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada. Aquí resurge aquel plan de Dios que interpela a la humanidad desde sus inicios: “¿Dónde está Abel, tu hermano? […] La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra” (Gn 4,9). El hombre ha sido capaz de desencadenar una corriente de muerte y de terror, que no logra interrumpirla…”  

Es curioso que no sean los pastores, sino simples fieles, los que más se aferren a la mano que Dios les tiende por medio de su Madre. Son los simples fieles los que sí le creen a la Virgen. Ante esta situación parecieran resonar aquellas palabras de Jesús:

“Te doy gracias Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí Padre, eso te ha parecido mejor”. (Mt. 11, 25)

De estos simples fieles, todavía hay periodistas que buscan y aman la verdad, y entre ellos quien ha escrito uno de los mejores libros sobre Fátima, desde su ojo crítico y el trabajo de investigación Renzo Allegri, escribe “Fátima, 100 años de una profecía”. Publicamos el prefacio del libro escrito por Stefano Maria Paci, periodista, vaticanista: