Satán y España

Cuando el pensamiento político, social, o religioso se desliga de una rigurosa lógica filosófica, del sentido común y de la teología, se hace incapaz de comprender los acontecimientos en profundidad.

La presente publicación, en este día histórico para España, por las graves consecuencias que conllevará, tiene como objeto abrir los ojos de la mente de quienes sumisamente creyeron en un Estado de bienestar, en una diosa salvadora llamada democracia, en una nueva biblia “divina” llamada Constitución. Todo ello, simplemente fue parte del plan que ha tenido una concreción histórico-política en el bipartidismo: los opuestos se necesitan, para que llegado el momento, dejen de serlo y den lugar a la síntesis hegeliana.

La España de la fe sólida y evangelizadora de continentes se ha ido desmoronando gracias al avance de la ignorancia religiosa fomentada por un catolicismo progre que desde el Vaticano II, mal entendido, empezó a asumir los postulados del mundo, entre los cuales hay preferencias como no hablar de justicia, ni de castigos, ni de infierno, y por tanto tampoco del demonio o de la influencia del mal espíritu en la mente y corazones humanos.

El mal y la influencia del maligno es una realidad de la que Jesús habló no pocas veces ¿A qué se debió y se debe el silencio pastoral en estos temas?

Sirva esto que hemos dicho, para introducir una lectura profunda de las últimas causas de lo que pasa en España desde hace varias décadas. Sabemos que el video que presentaremos, incluso para creyentes católicos, puede resultar irrisorio. Pero, esa actitud no será más que una expresión del abandono del pensamiento auténtico de Cristo, que ha sido suplantado por categorías “que halagan los sentidos”, pero están lejos de la verdad.

Pues llegará un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán maestros a su gusto, hábiles en captar su atención (2 Tim. 4, 3).

Lo que dice el profesor Galerón, para quien nunca se ha interesado en conocer la doctrina católica en su totalidad, o bien meditar todo lo que dice Cristo (no sólo lo que nos apetece) puede resultar “fantasioso” o “exagerado”, pero no lo es. Y para justificar esto, podemos echar mano de un experto en estos temas como es el Dr. Alberto Bárcena, el cual tiene innumerables intervenciones en las plataformas digitales.

Las instituciones políticas y sus decisiones no son políticas de progreso sino de destrucción de lo humano y lo divino en las personas.