Católicos confundidos

El principio fundamental es “caminar juntos” aceptando a todos

Nuestro blog atento a los acontecimientos más relevantes y con una mirada trascendente de la vida y de la historia, no puede dejar de lado un fenómeno actual y preocupante que exige una visión realista y también una toma de posición de parte del creyente católico.

Aunque desde los órganos oficiales no se quiera poner de relieve, lo cierto es que los católicos practicantes, en particular occidentales, están divididos; algunos más cercanos a las parroquias viven un tiempo de entusiasmo y esperanza en algo nuevo, una reforma única en la Iglesia, casi como un gran reseteo en la interpretación de la fe cristiana. Otros, no pocos, también involucrados en la vida parroquial se debaten en un mar de dudas y cuestiones al no ver claro una continuidad entre lo enseñado durante siglos y lo que hoy desde la máxima jerarquía católica se propone; los intentos de mostrar esa supuesta continuidad resultan insuficientes; pues lo que ayer era un pecado mortal, hoy se puede dialogar, reinterpretar, e incluso convalidar hasta el punto de llegar a ser un derecho.

Algunos expertos sociólogos y vaticanistas hace tiempo hablaban de una “primavera de la Iglesia”, aunque algunos señalan que tiene un paralelo con las “primaveras árabes”, ambas coordinadas desde la política exterior americana. Todo está relacionado. Para el cristiano es una verdad que desde el inicio existe una lucha entre las tinieblas y la luz.

Lo cierto es que para el católico formado que se ha animado a pensar en frio, sin importarle el consenso mayoritario, el andar de la Iglesia sinodal (así se ha llamado a la Iglesia católica reformada por Francisco estos últimos años), está muy lejos de confirmarlo en la fe, y lo que deja en el alma es una mayor confusión.

Más allá de una masa mayoritaria comprometida pero poco formada para pensar con cerebro propio, algunos católicos de sólida formación han empezado a cuestionarse y parecen encontrar fuera del que debiera confirmar en la fe, la luz que emana del Evangelio. Ese deposito de la fe se ha visto defendido por varios obispos y cardenales que han dado la voz de alarma, ante cuestiones graves, en materia de fe y moral. Si bien los medios e incluso las comunicaciones vaticanas hablan mundanamente de “rebelión contra la autoridad”, lo cierto es que la verdad se acuña con argumentos y no sólo con la autoridad; desde el último bautizado al Papa debe obediencia a la Verdad.

Desde nuestro blog, iremos aportando datos más concretos a esta situación. Para aquellos fieles católicos que se sientan identificados con lo que venimos diciendo, ofrecemos en esta publicación la postura de un experto en las líneas fundamentales que han guiado la Iglesia de estos últimos años “el proceso sinodal”, y conocedor de lo que ha sucedido en el Sínodo de los Obispos, en la cual tuvieron por primera vez en la historia, con voz y voto muchos laicos.

Los tiempos que vivimos, exigen de los cristianos una reflexión seria de la doctrina cristiana, más aún cuando las enseñanzas jerárquicas no son claras. Los pastores tienen una gran tarea: arrojar luz sobre estas cuestiones, que son las que tocan lo sagrado y la misma salvación eterna.