Viernes de dolores

La expresión “viernes de dolores” es prácticamente por la mayoría de las nuevas generaciones una expresión desconocida, y con esto digo que a lo sumo, sabrán decirnos que se trata del viernes antes del domingo de Ramos, o viernes antes de la semana santa. Pero poco o nada sabrán decirnos del contenido humano cristiano que tenía y debería tener.

Para mentes superficiales, en particular creyentes, esto es un hecho más de “los tiempos que cambian”, pero para quien intenta profundizar en la realidad de lo que ocurre en la sociedad y sabe que la fe cristiana no es una cuestión de moda, el olvido de ciertas prácticas cristianas es un síntoma más de la involución religiosa de la sociedad. Es decir, un síntoma más de la vuelta a la creencia ciega en cualquier cosa como lo era el paganismo.

Con gran claridad lo decía el gran pensador G.K. Chesterton, que cuando el hombre no cree en Dios, cree en cualquier cosa. En nuestras sociedades modernas, una vez quitada la práctica de la fe cristiana (apenas un 7% asiste regularmente a los actos de culto), la tendencia natural de la fe se ha volcado en las ideologías totalitarias, en el esoterismo, o bien en los postulados de una supuesta bondad cósmica de todos los seres cuyo movimiento es difícil de definir, pero que tiene que ver con la New Age, o nueva era.

Quienes creen no haber puesto la fe en nada, en realidad la han puesto en sí mismos, en la moda, en las instituciones, en el destino o cualquier elemento mundano, como las agendas internacionales que están prometiendo regalar el paraíso terrenal a todos.  

¿No será que evolucionaremos humanamente, volviendo a las fuentes cristianas que hicieron de Occidente una gran cultura de auténtico progreso? ¿No habrá llegado la hora de cuestionarnos qué tan veraz es el relato político del progresismo? ¿Progreso en derechos humanos?  ¿Acaso asesinar un bebé lo es?

DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LOS DOLORES

Para los bautizados católicos, la Madre de Jesús de Nazaret y por tanto Madre del Hijo de Dios encarnado, es también madre de cada cristiano, ya que fue el mismo Cristo, quien en la persona de Juan le confió esta misión cuando le dijo desde la cruz “Mujer, ahí tienes a tu hijo”.

Un verdadero cristiano no puede vivir al margen de aquello que Cristo hizo por el. En este sentido no puede vivir al margen de la presencia de la Madre Celestial en su vida. De ahí, que la devoción sincera haya buscado mil maneras de relacionarse con María y sus momentos más tremendos en la entrega de su Hijo a la muerte por la salvación del mundo.

Enlaces útiles:

Sobre el viernes de dolores aquí.

Sobre la devoción a los 7 dolores de María y las promesas marianas a sus fieles, aquí.

El rosario de los 7 dolores de María. Aparición de la Virgen en África, Kibeho, Ruanda, aquí.