Zombivacunados

La cuarta dosis ha sido un espantoso fracaso, “yo no me vacuno más” escuchas decir, apenas se alude al tema… Ahora son los medios oficiales quienes dicen lo que ayer decían supuestos conspiranóicos; sin embargo, eso no significa que la población haya despertado a los engaños globales.

Hemos llegado a una situación de dictadura del pensamiento único consentida. No es la demostración científica e independiente, ni el peso de argumentos racionales lo que da veracidad a una cuestión, sino el consenso. De este modo, en la vida cotidiana ya no puedes delante de los demás, dudar o cuestionar la narrativa oficial, especialmente en temas de salud y cambio climático. Es la nueva religión, y son los nuevos dogmas del cientificismo, los cuales exigen prevalecer sobre todo intento de diálogo o debate.

Para decirlo con palabras claras y entendibles, la poco conocida por el ciudadano de a pie, ingeniería social , ha logrado, especialmente a través de los medios de comunicación, atontar, embotar, enceguecer, dormir a la población sin distinción de nivel académico, credo o partido político. Los medios no tendrían tanto poder sin el apoyo de los gobiernos, eso está claro.

¿Cómo hemos podido llegar a esta situación y permanecer en ella? Ha sido posible gracias a la ciencia del engaño, la manipulación de masas, concretamente una obra de reingeniería social iniciada hace ya varias décadas. ¿Cuánta gente ha oído hablar de la Ventana de Overton, o del Instituto Tavistok?

¿Cuál ha sido su objetivo? El objetivo es un concepto profundo: cambiar la percepción de la realidad.

Es verdad que “percepción” es un término complejo y para entenderlo se necesitan conocimientos de gnoseología, pero podemos explicarlo diciendo que no ha interesado tanto cambiar la realidad de este mundo, cuanto la percepción que es posible crear en la mente de las personas sobre la realidad. ¿Se ha preguntado usted alguna vez, qué sería del mundo si lográsemos cambiar no la realidad sino la percepción de la realidad? Pues, esta propuesta del sociólogo marxista A. Gramsci se está haciendo realidad ante nuestros ojos, pero muy pocos lo ven, o pocos tienen la valentía y humildad de querer ver. Es más cómodo vivir en la masa autocomplaciente.  

Los medios de comunicación, con estrategias bien definidas a corto y largo plazo, han ido configurando las mentes, incluso de aquellos que dicen “yo no les creo”; a tal punto, que ante situaciones de cobertura global, como fue la propaganda pandémica, o la propaganda vacunal, la población se volcó ciegamente a creer cuanto fuera dicho por los medios de comunicación, los cuales elegían a dedo expertos que estuvieran en la línea del relato oficial, tal como hizo la organización privada OMS con los científicos.

Hemos llegado al “colmo normalizado” de negar la realidad si la TV u otro medio la niega, y condenar a quien diga lo contrario, aunque se trate de autorizados expertos en su materia, como lo fue el premio nobel de medicina Luc Montagnier, o el premio nobel de química por su invención de la reacción en cadena de la polimerasa, PCR, el dr. Kary Mullis, y junto a ellos cientos de honestos o poco ingenuos médicos y científicos de renombre que nos lo advirtieron.   

Entre tantas mentiras (ahora las del cambio climático antropogénico), están los maliciosamente ocultados gravísimos efectos de las vacunas, que desde antes del inicio de la inoculación se empeñaron en negar. Pero al fin, los telecreyentes o negacionistas de la realidad tienen ahora una confirmación: nada menos que el diario progresista El público, al menos reconoce una ínfima parte de la realidad que durante más de dos años se ocupó en negar como todos los medios hegemónicos de comunicación.

¿Por qué ahora? Quizá, se han dado cuenta que una vez bien impresa a fuego la percepción en la mentalidad individual y social, ya casi nadie querrá plantearse cuestionar esa percepción. Y de hecho, es la actitud que se observa en la población; al fin, es más cómodo no cuestionarse, pasar página, olvidar, porque es tremendamente frustrante y humillante reconocer el haber sido engañado. 

En la actualidad, entrando en el otoño 2023, ya prácticamente toda la población está convencida de que hubo un virus letal que creó un pandemia y hubo una solución que fue la vacuna, que las restricciones fueron útiles, que las mascarillas sirvieron de algo etc, etc. En nuestro blog hemos desmontado gran parte de esta farsa de la ingeniería social, desde un primer momento, gracias a nuestra conocimiento de “cómo gira el mundo” (pdf mayo 2020).

Aquí el reconocimiento del diario EL PÚBLICO, un artículo que pone los pelos de punta especialmente a quienes sabemos que lo narrado allí, no es más que una ínfima parte de la realidad, basta investigar someramente los excesos de mortalidad en los países de vacunación masiva, basta mirar con ojo crítico cómo ha empeorado la salud de quienes tenemos a nuestro alrededor. El artículo, sin embargo, tiene partes engañosas, por ejemplo, cuando cita al Dr. Francisco Mera que con el término “síndrome post vacunal” intenta camuflar el terrible daño de las vacunas; a pesar de que en sus mismas palabras el artículo lo deja entrever. Pareciera que entre muchos hombres de ciencia también la lógica, junto con la honestidad intelectual han sido suprimidas o debilitadas. 

Por ello, como he dicho, el sello o la impresión que ha logrado la ingeniería social en las mentes, en particular también de médicos y sanitarios, es muy difícil de quitar, diría que es casi imposible. Si hay un despertar, será solo por intervención divina.

https://www.publico.es/sociedad/informe-sanidad-recoge-14000-efectos-graves-500-desenlaces-mortales-vacunas-covid.html

Si el artículo deja en usted, al menos una sospecha de que hayamos estado en lo cierto, le proponemos seguir descubriendo la trama de engaños perpetrados durante estos últimos 3 años, con enorme daños, muertes que se cuentan a millones, en los siguientes enlaces:

Cuestión de vida o muerte, una mirada retrospectiva urgentemente necesaria: AQUÍ ENLACE

El tema ha sido tratado en varios congresos y encuentros de expertos independientes, censurados por los medios hegemónicos de comunicación. En el siguiente enlace, presentamos uno de los varios vídeos de las conferencias, que usted podrá escuchar y sacar sus propias conclusiones: